Los maestros alemanes del folk metal épico, Equilibrium, han regresado con una propuesta tan melódica como emocional: su nuevo sencillo “Borrowed Waters”, el más reciente adelanto del esperado álbum “Equinox”, cuyo lanzamiento está previsto para los próximos meses. En esta ocasión, la banda sorprende al contar con la participación especial de la cantante Roniit, cuya voz etérea añade una nueva dimensión al ya característico equilibrio entre la fuerza y la belleza que define su sonido.
“Borrowed Waters” es una pieza donde la majestuosidad sinfónica se entrelaza con la potencia del metal moderno. Riffs afilados, percusión implacable y melodías cargadas de atmósfera se combinan con un mensaje introspectivo sobre la conexión con la naturaleza y la fragilidad de la existencia. La producción, cristalina y envolvente, deja ver una banda que sigue evolucionando sin perder su esencia mítica.
El próximo disco, “Equinox”, promete ser uno de los trabajos más ambiciosos de Equilibrium hasta la fecha. Según ha adelantado la banda, el álbum explorará los contrastes entre la luz y la oscuridad, el renacimiento y la decadencia, manteniendo la fusión de elementos folk, sinfónicos y death melódicos que los ha convertido en una fuerza única dentro del metal europeo.
Formada en Baviera, Alemania, en 2001, Equilibrium se ha labrado una reputación como una de las bandas más innovadoras del folk metal moderno. Su debut, “Turis Fratyr” (2005), fue una explosión de energía pagana y melodías memorables, mientras que álbumes posteriores como “Sagas” y “Erdentempel” consolidaron su estatus como pioneros de un sonido que combina la ferocidad del death metal melódico con arreglos orquestales y letras inspiradas en la mitología germánica.
Con “Borrowed Waters”, el grupo liderado por René Berthiaume reafirma su capacidad para reinventarse y expandir sus horizontes sonoros. Lo que comenzó como un viaje hacia las raíces de la cultura nórdica se ha transformado en una exploración más profunda de la condición humana, donde la música de Equilibrium fluye —como el agua prestada del título— entre la agresión, la esperanza y la belleza melancólica
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