En una reciente entrevista con Sakis Fragos de Rock Hard Greece, el vocalista Nick Holmes, figura central de los pioneros británicos del metal gótico Paradise Lost, habló en profundidad sobre el nuevo álbum de la banda, “Ascension”, lanzado el 19 de septiembre a través de Nuclear Blast Records. Este trabajo marca el decimoséptimo álbum de estudio del grupo y su regreso tras cinco años de silencio desde el aclamado “Obsidian” de 2020. La producción corrió a cargo del guitarrista Gregor Mackintosh, mientras que la mezcla y masterización estuvieron en manos de Lawrence Mackrory.
Al referirse al enfoque compositivo detrás de “Ascension”, Holmes explicó que el proceso de regrabar el clásico “Icon”, en celebración de su 30º aniversario, los llevó a reconectarse con la mentalidad creativa de sus inicios:
“Cantar esas canciones y ver a los chicos tocarlas de nuevo nos transportó directamente a esa época. No queríamos copiar nada, pero sí recuperar el espíritu con el que componíamos entonces. Eso nos inspiró a cambiar ligeramente nuestra forma de escribir y acabó influyendo en muchas de las piezas de este nuevo álbum. Hay incluso un tema que podría encajar perfectamente en ‘Shades Of God’, otro disco que siempre nos gustó y que pasó un poco desapercibido en su momento.”
Holmes añadió: “Después de diecisiete discos, cada álbum se convierte en un capítulo que conduce al siguiente. Nunca nos sentamos a pensar ‘¿a qué disco queremos sonar?’ o ‘¿cuál fue el más exitoso?’. Simplemente seguimos adelante. Y, al final, somos nuestros propios jueces más implacables. Nadie critica a Paradise Lost tanto como Paradise Lost. Si una canción logra superar ese primer filtro interno, entonces quizá, solo quizá, al público también le guste. Pero nunca se sabe.”
Consultado sobre si la banda evita conscientemente las tendencias actuales del metal, el vocalista fue tajante:
“No nos importa. Intentar subirse a una moda es una sentencia de muerte. Claro que es útil saber qué está pasando en la escena y entender por qué algo se vuelve popular, pero eso no significa que debas seguirlo. Cuando componemos, lo hacemos sin mirar a los lados. Ya hemos pasado por esa etapa de preguntarnos qué hacen los demás. A estas alturas tenemos nuestro propio sonido y es lo que defendemos. Lo más curioso es que en todas las entrevistas sobre el nuevo disco nadie ha mencionado a otra banda al compararnos, solo a nosotros mismos. Eso demuestra que vivimos dentro de nuestro propio ecosistema.”
Por su parte, el guitarrista Gregor Mackintosh explicó cómo el proceso de regrabación de “Icon” afectó directamente la creación de “Ascension”:
“Tuve que volver a aprender cada detalle de aquellas canciones, y eso me devolvió al estado mental de los años 92-93, a la era ‘Shades Of God’ y ‘Icon’. Esa reconexión nos influyó muchísimo, y probablemente más de la mitad del álbum está impregnado de esa energía.”
Mackintosh reconoció que Paradise Lost ha explorado un ciclo completo desde sus raíces death/doom hasta su etapa más melódica y gótica:
“La primera vez que alguien dijo que habíamos cerrado el círculo fue cuando sacamos ‘The Plague Within’ en 2015, y tenía razón. Desde entonces hemos intentado movernos entre todas nuestras influencias. ‘Medusa’ fue un álbum más denso y pantanoso; ‘Obsidian’ tenía un tono más gótico otra vez; y ‘Ascension’, por su parte, se sitúa entre ‘Shades Of God’ e ‘Icon’, pero con el pulso y la madurez de hoy.”
El guitarrista aclaró también que, más que inspirarse en su propia música, el proceso fue una forma de reconectarse con su mentalidad artística de aquellos años:
“No se trataba de copiar nuestros discos antiguos, sino de volver a ese estado de ánimo. Recordar qué nos influía, cómo nos sentíamos y por qué hacíamos lo que hacíamos. Incluso revisitamos el significado del nombre ‘Paradise Lost’, inspirado en el poema de Milton, con toda esa imaginería religiosa exagerada. Todo eso regresó de alguna forma a las letras y al sonido. Redescubrimos armonías, estructuras y sensaciones que habíamos olvidado. Si eso te produce una calidez interior, significa que algo estás haciendo bien.”
Mackintosh reveló además que casi la mitad del material inicial fue descartado:
“Tenía seis o siete canciones listas hace tres años y las borré todas. No me convencían. Dejé de componer durante un año, y después de grabar ‘Icon’ entendí hacia dónde debía ir. Empecé desde cero y no reutilicé nada. Si no lo sientes, no lo sientes. Tenemos la suerte de no tener un sello exigiendo fechas, así que preferimos hacer las cosas cuando realmente nos inspiran.”
El arte de portada de “Ascension” también encierra una fuerte carga simbólica. La banda eligió el cuadro “The Court Of Death” (1870–1902) del pintor británico George Frederic Watts, exhibido en la Tate Gallery de Londres. La pintura representa a la Muerte como un ángel entronizado, flanqueado por las figuras alegóricas del Silencio y el Misterio, mientras un guerrero entrega su espada y un duque su corona, simbolizando que ningún rango terrenal ofrece protección ante el destino final. Esta visión sombría y profética refleja a la perfección el tono de “Ascension”, donde paisajes sonoros fúnebres se entrelazan con riffs ominosos y melodías cargadas de melancolía.
Durante el verano, Paradise Lost compartió escenario con King Diamond y participó en varios festivales europeos antes de iniciar la primera parte de su gira “Ascension Of Europe”, que continuará durante el otoño. Con este nuevo capítulo, los británicos consolidan tres décadas de evolución, manteniendo intacto el equilibrio entre la oscuridad, la elegancia y el peso emocional que siempre los ha distinguido.


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