En una conversación reciente con George Miller de Devolution Magazine (Reino Unido), el incombustible Harley Flanagan, fundador de Cro-Mags, habló con brutal honestidad sobre el documental “Harley Flanagan: Wired For Chaos”, una obra que expone sin filtros su vida marcada por el caos, la violencia y la redención. La cinta, estrenada en cines el pasado junio, explora tanto su carrera como su supervivencia en un entorno que habría destruido a muchos.
Cuando se le preguntó si los años de abuso, negligencia infantil, drogas, violencia y trastorno de estrés postraumático fueron los que forjaron el sonido agresivo y visceral de Cro-Mags, Harley respondió con la sinceridad que lo caracteriza:
“No lo sé, hombre. Mi vida está bastante bien ahora, y estoy haciendo parte de la mejor música que he compuesto en toda mi carrera. Pero no puedo borrar lo que viví. Esas experiencias siguen ahí, y aunque ya no esté en medio de esa guerra, todavía lucho con los fantasmas que dejó. Cuando tienes PTSD, la calma puede ser más torturante que el caos. En la guerra te sientes en tu zona de confort, listo para pelear o huir. Pero cuando todo está en silencio, tu mente busca recrear ese conflicto. A veces la paz es más dura que el infierno en el que creciste.”
Flanagan también habló sobre su proceso de composición, que sigue siendo tan impredecible como su historia personal:
“La mayoría de las canciones nacen en el estudio. Entro con la mitad del material más o menos definido y el resto simplemente ocurre. Reacomodo partes, cambio estructuras, y a menudo esas son las canciones que terminan siendo las mejores. Son temas que arden, que salen en el momento. Luego improviso las voces y más tarde vuelvo a ellas con las letras completas. Así es como fluye.”
Sobre su método, añadió con autocrítica:
“Mi proceso todavía está evolucionando. Tal vez por eso nunca he tenido un gran éxito comercial: nunca me he aferrado a una fórmula. Pero la pregunta es, ¿quieres ser un artista exitoso o un artista satisfecho? Yo elijo lo segundo.”
Cuando se le pidió definir el éxito, Harley dejó de lado cualquier visión convencional:
“Para mí, el éxito es despertar cada día y apreciar a la mujer con la que estoy casado. Mis hijos ya son hombres jóvenes, fuertes y con la cabeza en su sitio. He sobrevivido a cosas que habrían roto a mucha gente, y eso me basta. Me casé con alguien que complementa mi vida en todo sentido, y ver a mis hijos convertirse en hombres íntegros es mi mayor logro. Si eso no es éxito, no sé qué lo es.”
“Wired For Chaos” es un viaje al corazón de un hombre que vivió más vidas de las que cualquiera podría resistir. El documental recorre su historia desde sus inicios en la escena punk de Nueva York a finales de los setenta, cuando con solo 11 años ya era baterista de The Stimulators, la banda de su tía. Poco después fundaría Cro-Mags, uno de los grupos más influyentes del hardcore neoyorquino, canalizando su rabia en una música que mezclaba espiritualidad, violencia y redención.
La película se construye sobre un impresionante archivo de material inédito, imágenes de la escena underground del Nueva York de los 70 y 80, y testimonios de figuras clave como Flea (Red Hot Chili Peppers), Ice-T, Henry Rollins, Michael Imperioli, y miembros de Bad Brains, Beastie Boys, Circle Jerks y Anthrax, entre otros. Sin embargo, más allá del retrato musical, la historia se centra en los efectos del trauma y cómo Flanagan ha aprendido a integrarlos en su presente.
Nacido en el corazón del caos, hijo de una de las “it girls” de la Factory de Warhol, Harley creció rodeado de artistas, drogas, sexo y violencia. Su infancia, aunque llena de nombres icónicos como Andy Warhol, Debbie Harry, Joe Strummer o Allen Ginsberg, estuvo marcada por el abuso y el abandono. Esa herida lo empujó a una adolescencia inestable, pero también a convertirse en una leyenda del punk y el hardcore.
Hoy, a sus 57 años, Harley Flanagan es mucho más que un sobreviviente. Además de seguir girando con Cro-Mags, enseña jiu-jitsu bajo la tutela del maestro Renzo Gracie, es esposo devoto de una abogada de Park Avenue y padre de dos hijos adultos. Sigue lidiando con los ecos de su pasado, pero lo hace con una madurez brutal y una introspección que se refleja en su nueva música: feroz, auténtica y más viva que nunca.
El filme, dirigido por el galardonado Rex Miller, combina entrevistas íntimas, animaciones y secuencias documentales para retratar el lado humano detrás del mito. Con más de 25 años de carrera, Miller —dos veces ganador del Peabody y varias veces nominado al Emmy— ya había explorado vidas complejas en producciones como Citizen Ashe (CNN Films), premiada como “Mejor Documental” en 2022. Con Wired For Chaos, vuelve a demostrar su capacidad para capturar el alma de quienes viven al borde.
Para Harley, el caos sigue siendo una constante, pero también su fuente de inspiración. Como él mismo resume:
“Vengo del infierno, pero aprendí a hacer música desde ahí. No sé si eso es redención, pero sin duda es mi forma de seguir respirando.”
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