El mundo del heavy metal está de luto tras conocerse la noticia del fallecimiento de Les Binks, ex baterista de Judas Priest, quien murió a los 73 años.
La icónica banda británica emitió un comunicado la noche del lunes 14 de abril a través de sus redes sociales, en el que expresaron: “Estamos profundamente entristecidos por la pérdida de Les y enviamos nuestro amor a su familia, amigos y seguidores. La batería que entregó fue de primer nivel, demostrando una técnica, estilo y precisión inigualables. Gracias Les, tu legado será eterno”.
Binks dejó una marca indeleble en Judas Priest al ser parte fundamental de tres de sus discos más representativos: *Stained Class*, *Hell Bent For Leather* (conocido en Reino Unido como *Killing Machine*) y el emblemático álbum en vivo *Unleashed In The East*. Sin embargo, tras la publicación de este último, decidió abandonar la agrupación. Su puesto fue ocupado por Dave Holland, ex integrante de Trapeze.
En declaraciones posteriores al sitio web oficial de K.K. Downing, ex guitarrista de la banda, Binks reveló que su salida fue provocada por un desacuerdo económico relacionado con *Unleashed In The East*. “La realización de ese álbum provocó una ruptura entre el mánager de la banda y yo, lo que finalmente me llevó a tomar la decisión de irme. No entendía cómo podía seguir en una banda cuyo mánager no quería que recibiera ni un solo centavo por un disco en vivo que acabaría siendo de platino. Era una locura. Si permites que alguien así maneje la banda, acabarás perdiendo miembros. Así que ahí salí yo, baterista número cuatro”, relató.
El reconocimiento a su trayectoria llegó en noviembre de 2022, cuando fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll junto a otros miembros actuales y pasados de Judas Priest. Entre los homenajeados estuvieron Rob Halford (voz), Ian Hill (bajo), Glenn Tipton (guitarra) y Scott Travis (batería), además de los ex miembros K.K. Downing, Dave Holland y el propio Binks.
En una entrevista concedida a *The Metal Crypt* en diciembre de ese mismo año, Binks confesó sentirse sorprendido por el reconocimiento: “Fue un poco surrealista. Nos habían nominado tres veces. Las dos primeras no lo lograron, pero a la tercera fue la vencida. El Salón de la Fama decide a quién incluir y, afortunadamente, reconocieron mi papel en la identidad y el legado creativo de la banda”.
Sobre su reencuentro con Downing para la ceremonia, comentó que ambos decidieron dejar de lado cualquier conflicto y enfocarse en ofrecer una actuación memorable. “Volamos juntos a Los Ángeles y de regreso. Decidimos actuar como profesionales, morderse la lengua y dar al público lo que vino a ver”, explicó.
Binks también habló de su relación con los otros miembros: “No tenía ningún problema con los integrantes. Mi conflicto fue únicamente con la gerencia. Nunca tuve enfrentamientos con nadie de la banda. Al contrario, les di un gran abrazo a todos. Fue una alegría volver a ver a Richie Faulkner, a quien conocía desde antes de que se uniera al grupo”.
Les Binks y K.K. Downing volvieron a tener contacto en 2017 tras casi cuarenta años sin hablar. Downing calificó el reencuentro como “fantástico” y se refirió a Binks como “uno de los mejores bateristas del mundo, un gran amigo y una excelente persona”.
El legado de Les Binks sigue vivo entre los fans del metal. Su estilo y energía marcaron una época dorada en Judas Priest, y su contribución al género quedará grabada en la historia.
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