LOS DOOMEROS WITCHCRAFT DESATAN 'SPIRIT', ADELANTO DE SU NUEVO RITUAL SÓNICO ‘IDAG’


Desde las criptas del doom escandinavo, los icónicos WITCHCRAFT emergen con “Spirit”, su nuevo conjuro sonoro, extraído de su esperado séptimo álbum de estudio IDAG, que verá la luz el 23 de mayo bajo el manto de Heavy Psych Sounds.

Cinco años después de su última incursión acústica con Black Metal (2020), Magnus Pelander –alma, voz y hechicero mayor del proyecto– regresa empuñando la guitarra como varita y conjurando un retorno a la alquimia proto-metal que ellos mismos ayudaron a revivir dos décadas atrás. “Spirit” es más que una canción: es un susurro espectral, una manifestación cargada de melancolía eléctrica, que te atrapa en su hechizo.

IDAG es un viaje oscuro y personal, donde la tradición del doom más auténtico se funde con texturas progresivas de los setenta y una sensibilidad folk que serpentea como una enredadera embrujada. Por primera vez, Pelander canta en sueco en varias pistas, aportando una profundidad emocional que vibra desde las entrañas del bosque nórdico.

La revista Decibel ya ha descrito el álbum como “una invocación ardiente de su característica hechicería setentera y riffs pesados, tanto cruda como hipnótica, pero mezclada con una intensidad inquietante que perdura mucho después del silencio”. Y no exageran: “Spirit” deja cicatriz.

Quienes añoran el embrujo del Firewood (2005) o el aliento progresivo de The Alchemist (2007) encontrarán en IDAG una suerte de grimorio definitivo. Desde el explosivo y pesadísimo tema de apertura, hasta el místico caminar de piezas acústicas que evocan a COVEN y su brujería psicodélica de 1969, el disco se siente como un renacimiento… o una invocación final.

WITCHCRAFT no necesita demostrar nada. Desde sus humildes comienzos en Örebro en el año 2000, tras la disolución de NORRSKEN, Pelander ha moldeado con fuego y sombra un legado que trasciende etiquetas. Del culto retro de su debut en 2004 al sonido refinado de Legend (2012), y del doom visceral de Nucleus (2016) al minimalismo de Black Metal, cada capítulo ha sido un ritual diferente.

Con IDAG, WITCHCRAFT une todos los hilos de su linaje en un solo encantamiento. Es un espejo de sus raíces y una puerta a nuevos mundos. Pelander no solo nos lanza un guiño con el título, evocando aquel legendario disco de COVEN; nos está recordando que la brujería, como su música, es tan amplia como misteriosa.

Y “Spirit” es la vela encendida que marca el inicio del ritual.







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