En una reciente entrevista con *Guitar World*, los legendarios guitarristas Marty Friedman y Jason Becker compartieron recuerdos sobre su emblemático proyecto de corta duración, Cacophony. Formado en 1986, el dúo lanzó dos álbumes icónicos, *Speed Metal Symphony* y *Go Off!*, considerados hitos técnicos en la historia del shred metal neoclásico.
La colaboración entre Friedman y Becker, aunque breve, dejó una huella imborrable en la música. Durante su tiempo juntos, los guitarristas se liberaron de cualquier restricción creativa, dando vida a 15 composiciones que desafiaron los límites técnicos y estilísticos de la guitarra. Tanto es así que *Guitar World* incluyó *Speed Metal Symphony* en su lista de los mejores álbumes clásicos de shred de todos los tiempos.
A pesar de su virtuosismo, Friedman y Becker no contaban con equipos sofisticados en ese momento. De hecho, parte del equipo utilizado en las grabaciones fue prestado por sus alumnos de guitarra, quienes solían tener instrumentos y amplificadores de mejor calidad que los propios músicos. "Compartíamos equipo y tomábamos prestado equipo de nuestros estudiantes de guitarra, que por lo general tenían mejor equipo que nosotros", recordó Friedman.
Becker añadió: "Si no recuerdo mal, usábamos el mismo tipo de amplificadores Carvin. Tal vez también usamos el amplificador Marshall de uno de los estudiantes de Marty, como habíamos hecho en nuestros álbumes en solitario". Por su parte, Friedman destacó el uso de su primera Jackson Kelly y guitarras Carvin durante las sesiones de grabación.
A pesar de estas limitaciones, la identidad musical del dúo permaneció intacta. "No tuvimos que trabajar conscientemente para sonar diferente", explicó Becker. "Podríamos usar el mismo equipo y sonar como nosotros mismos".
Para Friedman, el enfoque de Cacophony era claro: llevar la guitarra al extremo, independientemente de las opiniones externas. "No hay mucho brillo que un oyente pueda soportar", dijo en referencia al nivel técnico de sus composiciones. "Cualquier canción de *Go Off!* puede tener alrededor de un álbum completo de trabajo de guitarra en ella. Queríamos ser extremos, le gustara o no a la gente".
Becker, diagnosticado con ELA en 1989, concluyó con una reflexión nostálgica: "Fue muy divertido poder hacer música con mi mejor amigo. Estoy muy agradecido por esos momentos. Estaba sano, feliz, joven y lleno de energía creativa".
Hoy en día, los álbumes de Cacophony son más valorados que nunca, consolidándose como obras maestras atemporales que continúan inspirando a generaciones de guitarristas.