EL BAJISTA ORIGINAL DE RATOS DE PORÃO, JARBAS 'JABÁ' ALVÉS MUERE A LOS 60 AÑOS.


 

Jarbas "Jabá" Alves, bajista original de las leyendas brasileñas del crossover RATOS DE PORÃO, ha muerto a la edad de 60 años.

RATOS DE PORÃO anunció el fallecimiento de Jabá'en una publicación en las redes sociales el martes (26 de diciembre), escrito: "Descansa en paz amigo Jarbas".

La causa de la muerte de Jabá no ha sido revelada, pero llevaba bastante tiempo lidiando con problemas hepáticos.

Jabá formó parte de la formación original de RATOS DE PORÃO de 1981, antes que el cantan  João Gordo entrara a la banda en 1993. 

Jabá apareció en los álbumes clásicos RATOS DE PORÃO Crucificados pelo sistema (1984), "Descanse en paz" (1986), "RDP  "Cada dia mais sujo e agressivo "(1987),"Brasil"(1989) así como en "Anarkofobia"(1991) y RDP Vivo (1992).

En coversacion con la revista rollings stone en agosto de 2023 el vocalista de RATOS DE PORÃO, João Gordo hablo de la permanencia de la banda aqui un extracto de la conversacion.

“Yo formo parte de la old school y mi ropa tiene todos los grupos… mis gorras, remeras, mochilas, todo”, dice el músico.“La gente de hoy, por el exceso de información, no tiene la pasión que tenemos nosotros”, dice Gordo. 

Para João Gordo, el problema es que los chicos de hoy, debido al exceso de información, no se interesan demasiado en nada. “Pasan muy rápido las cosas. Antes, yo no tenía información, tenía que ir a buscarla. Escribir cartas, recibir y mandar discos. La pasión es más grande, por eso es que estamos hasta hoy con Ratos de Porão, 42 años tocando sin parar porque amamos lo que hacemos, amamos el estilo y el sonido. La gente de hoy, por el exceso de información, no tiene la pasión que tenemos nosotros”, insiste.

Antes de venir a Argentina van a hacer una gira en Reino Unido, ¿se ve gente nueva sumándose a los recitales en esos países?

Es una agradable sorpresa ver que hay gente muy nueva en los recitales. Chicos de 13, 14, 15 años. Antes, hace apenas dos años, solo teníamos viejos de pelo blanco [risas]. En Ratos de Porão está esa mezcla de metal y de punkie. Además, estamos vivos, sacando discos, no paramos. Tocamos hace poco en Río [de Janeiro] con Brujería y había chicos y chicas muy jóvenes emocionados por ver a Ratos. Y miranos a nosotros, todos blancos, viejos y tocamos ahí. 

A través de Crucificados pelo sistema (1984), su disco debut, ese con la tapa negra y el punkie de cresta abrazado a la bandera de la paz, Ratos de Porão sentó las bases del grupo. Y con Brasil (1989) -gracias a canciones como «Beber até morrer» o «Aids, pop, repressao»- y Anarkophobia (1991) -donde profundizaron su cruce con el metal, lo que le valió las críticas de una parcialidad de sus fans agrandaron su huella en la historia de la música pesada sudamericana. Con un pie sobre los límites del hardcore punk y otro en el trash metal, nunca dejaron de indagar a lo largo de una vasta discografía que incluye un álbum en vivo editado en 1992, los dos volúmenes de Feijoada Acidente? (un compendio variopinto de covers locales e internacionales), algunos splits y hasta su más reciente lanzamiento: un EP homenaje a Terveet Kädet, la banda finlandesa de hardcore punk que tuvo especial influencia en la escena brasileña.

“El disco es una broma o mejor dicho un homenaje a su EP Ääretön Joulu (1982). Son sus canciones. Ya las habíamos grabado hace cinco años, pero tenía que hacerle las letras y no quería cantar en finlandés. La sonoridad del portugués es muy parecida a la sonoridad del finlandés, entonces hice otro tipo de letras, más antifascistas y actuales para Brasil, y lo sacamos como homenaje. Ellos lo escucharon y lo aprobaron, usamos la misma tapa y todo”, dice el cantante. 

Te iba a preguntar precisamente eso, qué motivos encontrabas para seguir tocando y sacando discos con Ratos de Porão después de tantos años…

También hay una sensación. Estar arriba del escenario es una droga muy fuerte. Ver a chicos de otros países cantando los temas en portugués: “¡Crucificados pelo sistema!” [los imita]. La sensación que da ese tipo de sonido arriba del escenario es muy fuerte. Somos viciosos, adictos… pienso que solo voy a parar después de muerto [risas].