ROGER MIRET HABLA DE LA JUVENTUD INAGOTABLE DEL HARDCORE.


En una reciente conversación con el medio estadounidense Blabbermouth, Roger Miret, voz y alma de Agnostic Front, reflexionó sobre la vigencia de una banda que, a pesar de décadas de ruido, sangre, salas sudorosas y giras interminables, se mantiene tan desafiante como en sus días de gloria en el CBGB. Con 61 años y junto al eterno guitarrista Vinnie Stigma, de 69, Miret reafirma algo que todo fan del hardcore sabe bien: la energía del género no envejece a quienes lo viven de verdad.

En plena promoción de su nuevo álbum Echoes In Eternity, el vocalista repasó el origen del título, el impulso creativo que mantiene viva a la banda y el impacto emocional de superar su cáncer sin abandonar los escenarios ni la hermandad que une a Agnostic Front desde hace más de cuatro décadas.


-El título Echoes In Eternity suena casi definitivo. Tiene un significado profundo?

Roger: La verdad, el disco estaba terminado y no dábamos con un nombre. Una noche estaba viendo Gladiator II y escuché la frase: “Lo que hacemos aquí resuena en la eternidad”. Me golpeó de inmediato. Llamé a Mike Dijan y dije: “Agnostic Front: Echoes In Eternity”. Funcionaba perfecto. Nuestro legado seguirá resonando mucho tiempo; así lo sentimos.


-Después de tantos años, qué los impulsa a seguir grabando nuevos discos?

Roger: Vivimos en la carretera y eso nos inspira. Ver escenas distintas, bandas jóvenes, gente nueva… todo eso te alimenta. Los chicos nos preguntan historias del pasado y, sin darse cuenta, ellos también nos inspiran. Siempre tenemos algo que decir. Además, este disco lo hicimos muy en familia, con Mike Dijan involucrado en todo. Eso nos refrescó.


-Hoy bandas como Turnstile o Knocked Loose han llevado el hardcore al mainstream. Cómo te hace sentir esa visibilidad?

Roger: Me encanta. Prefiero escuchar a Turnstile en la radio antes que tres cuartos de lo que ponen hoy. Son fieles a sí mismos y tienen una plataforma enorme. Me alegra que sean parte de nuestra historia y que sigamos siendo bienvenidos. Alguien debe llevar la antorcha; yo nunca quise quedármela solo.


-Sunday Matinee suena como un homenaje a la época clásica del CBGB.

Roger: Totalmente. Es un tributo a nuestros shows y a esa energía irrepetible. Íbamos a los matinees para ver amigos, cantar todos juntos, vivir el caos. Extrañamos ese lugar. Fuimos la última banda hardcore que tocó allí y eso pesa en el corazón.


-En temas como Divided o Way Of War vuelves a tocar asuntos sociales. Desde dónde escribes hoy?

Roger: Siempre desde lo cotidiano. No pretendo hablar de política global. Hablo de lo que vemos, de la división que existe, de lo rápido que la gente pelea por ideas sin mirar alrededor. Cuestionamos todo, siempre fue así. El nombre Agnostic Front viene justamente de eso: dudar de las verdades absolutas.


-Tu salud fue tema público tras tu diagnóstico de cáncer. Cómo te encuentras hoy?

Roger: Mejor, por suerte. Pasé por dos cirugías y momentos muy duros, sobre todo en pandemia, aislado en el hospital. Pero el apoyo de la escena fue inmenso. Me mantuvo en pie. Cuando subo al escenario se me olvida todo; algo se enciende dentro de mí y simplemente ocurre.


-La relación con Vinnie Stigma parece más fuerte que nunca.

Roger: Hemos pasado de todo juntos. Él siempre estuvo ahí cuando yo no tenía nada. Yo también estuve cuando él perdió a su madre. No tiene familia, así que mi familia es la suya. Es un vínculo que va más allá de la música.


Agnostic Front nació en Nueva York en 1980 y se convirtió rápidamente en un pilar de la escena hardcore de la ciudad. Su estilo contundente, directo y con un fuerte componente social los posicionó como emblema del sonido callejero del Lower East Side. El impacto de sus primeros discos, especialmente Victim In Pain (1984) y Cause For Alarm (1986), definió la identidad del hardcore neoyorquino y abrió puertas a generaciones posteriores que hoy siguen reivindicando su legado. Con una carrera llena de altibajos, separaciones, reuniones, giras interminables y cambios de formación, Roger Miret y Vinnie Stigma han mantenido vivo el espíritu irreverente y combativo de la banda.


Discografía esencial:

Victim In Pain (1984) – El manifiesto definitivo del NYHC, crudo y feroz.

Cause For Alarm (1986) – Donde el hardcore se cruza con el metal de forma explosiva.

Liberty & Justice For… (1987) – Una declaración social en plena era turbulenta.

One Voice (1992) – Más oscuro y pesado, reflejando la etapa más dura de Miret.

Something's Gotta Give (1998) – El renacimiento de la banda en pleno auge del punk rock moderno.

Get Loud! (2019) – Un regreso cargado de vitalidad que la pandemia dejó a medias.

Echoes In Eternity (2025) – Su nueva declaración de principios: energía eterna, espíritu inquebrantable.

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