El pasado 13 de septiembre, el histórico vocalista Messiah Marcolin volvió a compartir escenario con Candlemass en un concierto exclusivo durante el Rock Hard Festival Greece, celebrado en Atenas. El evento marcó el primer show de Marcolin junto a la banda en casi dos décadas, un regreso que muchos fans alrededor del mundo consideraron una reunión soñada.
En conversación con Sakis Fragos de Rock Hard Greece, el carismático cantante comentó sobre la experiencia:
“Fue un concierto fantástico. Quiero agradecer a todos los fans que viajaron desde más de 40 países, y especialmente al público griego que vino desde todos los rincones del país. Había unas 4.500 personas volviéndose locas, cantando, gritando y bailando doom metal como debe ser. Fue pura diversión. Estoy muy feliz por cómo salió todo y enormemente agradecido”.
Al ser consultado sobre cómo se sintió volver al escenario con Candlemass tras casi veinte años, Marcolin confesó: “Parecía que hubiéramos tocado ayer. Aunque pasaron dos décadas, la conexión sigue intacta. Estuve con la banda de 1987 a 1991, luego regresé en 2002 y volví a irme en 2006. En total fueron ocho años, pero el tiempo entre medio no cambió nada. Cuando tocamos juntos es pura magia. Algunas bandas simplemente tienen algo especial, y Candlemass siempre lo tuvo. Desde nuestro primer show en 1987 en Jönköping, cuando abrimos con ‘Crystal Ball’ y hasta los punks se subían al escenario, sabíamos que había una energía única entre los cinco. Es algo que no se puede explicar, simplemente funciona. En el escenario fluye. Fuera del escenario, bueno… es otra historia”, bromeó.
El vocalista también habló con su habitual humor sobre la preparación y los nervios antes del show: “No me pongo nervioso. Claro que uno se emociona antes de tocar, pero más que nervios, siento adrenalina. Quiero salir a matar… bueno, no literalmente, pero quiero darlo todo. Eso sí, el cuerpo ya no responde igual que hace veinte años: me caí de culo en el escenario. Ya ves, el equilibrio no es el mismo. Quizá deba empezar a practicar tai chi”, rió.
Sobre la preparación previa, Messiah reveló: “No fue cuestión de suerte, fue trabajo duro. Estuve ensayando casi todos los días durante cinco meses. Hay que tener disciplina y memoria muscular para cuando algo sale mal, como no poder escucharte o tropezar. Normalmente soy perezoso y solo canto cuando tengo que hacerlo, pero esta vez me puse en forma. Cinco meses de práctica para un solo concierto… y valió la pena. Los fans merecían un gran show, y lo tuvieron”.
Respecto a la posibilidad de nuevos conciertos junto a Candlemass, el cantante fue claro: “Yo nunca dije que fuera el único show. Eso lo dijo Leif Edling. Pero si dependiera de mí, invitaría a todos los promotores del mundo a contactar al manager de la banda, Olé Bang, y reservar fechas para Candlemass con Messiah Marcolin. Sería una pena que los fans que no pudieron estar en Grecia se lo perdieran. Si los festivales nos tratan tan bien como el Rock Hard Greece, no veo motivo para no seguir. Ya todos somos mayores, y aunque soy el más joven con 57 años, aún hay energía para más. Deberíamos aprovechar y agendar los grandes festivales de 2026. Sería como revivir al Candlemass clásico”.
Por su parte, Leif Edling, bajista y fundador de la banda, reafirmó en mayo pasado que el reencuentro con Marcolin estaba planeado como una presentación única dentro de las celebraciones por el 40º aniversario del grupo. “Nos sentimos afortunados de seguir aquí después de cuatro décadas. Tenemos un EP especial, una nueva línea de merchandising, shows exclusivos en Suecia y este evento con Messiah en Atenas. Incluso se está filmando un documental sobre la banda. Es una manera de celebrar todo lo que hemos logrado”, explicó.
Edling también dejó en claro que no hay planes de una reunión formal o nuevo disco: “Fue un solo show, nada más. Queríamos ir a Grecia, donde tenemos una base de fans leales, y disfrutar de una noche especial. No muchas bandas sobreviven 40 años, así que lo tomamos como un regalo”.
Consultado sobre si este concierto cierra definitivamente el ciclo de Candlemass con Marcolin, el bajista reflexionó: “Creo que ese capítulo se cerró hace 20 años. Lo de ahora fue un bonus para los fans que nunca pudieron vernos juntos. Así que pensamos: ¿por qué no hacerlo una vez más y divertirnos?”.
Edling también habló sobre los desafíos que la banda ha enfrentado a lo largo de su historia: “Los momentos difíciles fueron las salidas de Messiah, tanto la primera como la segunda vez. Cambiar de vocalista siempre es complicado, pero después de 40 años, es algo natural. Los músicos vienen y van. Lo importante es que cuatro de nosotros seguimos juntos desde el principio, y eso es increíble. Con Johan Längqvist de vuelta al micrófono, estamos en una etapa fantástica. Seguimos encabezando festivales y la respuesta del público es tan fuerte como siempre”.
En paralelo, Längqvist comentó en una entrevista con Chaoszine que no participó del show con Messiah: “Grecia tiene una conexión muy fuerte con esa etapa de Candlemass. Los fans lo pedían, y respeto eso. Les deseo lo mejor. Nos hemos visto y compartido algunas noches de fiesta; espero que haya sido un gran concierto”.
Como pioneros indiscutibles del doom metal épico, Candlemass definió el género con discos esenciales como “Epicus Doomicus Metallicus” (1986) y “Nightfall” (1987). Sus riffs sombríos, el dramatismo de las voces y su enfoque casi teatral dieron forma a una corriente que influenció a bandas como Opeth, Ghost y Paradise Lost.
Formados en 1985 en Upplands Väsby, Suecia, bajo la visión de Leif Edling, Candlemass estableció un sonido más lento, pesado y melancólico que se convirtió en la base del doom metal moderno. El ingreso de Messiah Marcolin en 1987, con su estilo operático y su imagen de monje, consolidó la identidad visual y sonora del grupo en álbumes como “Ancient Dreams” (1988) y “Tales Of Creation” (1989).
A lo largo de los años, la banda ha contado con diferentes vocalistas, incluyendo Robert Lowe (Solitude Aeternus) y Mats Levén, hasta el regreso de Längqvist en 2018, completando un círculo perfecto cuando Tony Iommi de Black Sabbath colaboró con ellos en “The Door To Doom”, álbum nominado a los Grammy en 2019.
Con el reciente EP “Black Star” editado por Napalm Records, y los ecos de su legado todavía resonando en nuevas generaciones, Candlemass sigue siendo el estandarte de la oscuridad majestuosa y la pesadez espiritual que definió al doom metal


0 Comentarios