JEFF BECERRA DE POSSESSED HABLA SOBRE SU RECUPERACIÓN TRAS EL TIROTEO QUE LO DEJÓ EN SILLA DE RUEDAS: “FUE UN TRAUMA BRUTAL”.


En una nueva entrevista con el medio australiano Sense Music Media, Jeff Becerra, vocalista de Possessed, abrió su corazón sobre el brutal asalto a mano armada que sufrió en 1989. El ataque lo dejó paralizado del pecho hacia abajo, obligándolo a convivir con una silla de ruedas y a atravesar un oscuro periodo de adicciones.

Recordando aquel episodio en el que dos encapuchados intentaron robarle, Jeff explicó cómo cambió su vida: “Todo se derrumbó de inmediato. Perdí a mi novia, a mis amigos… nadie se quedó. Eran los cinco años oscuros. Me hundí en drogas y alcohol, prácticamente intentando suicidarme a base de intoxicantes. Pero ni siquiera así logré matarme. Entonces decidí cambiar: entré en un programa de rehabilitación de 47 días, me inscribí en la universidad gracias a un apoyo estatal y desde entonces cada día es una bendición. Pero lo que viví fue un trauma intenso, lo que ahora llaman PTSD. Antes le decían demonios internos, pero es lo mismo. Fue un infierno”.

El cantante añade que sobrevivir a dos disparos no fue lo más aterrador: “Lo feo no fue que me dispararan, sino enfrentarme a la sociedad después. Eso fue lo difícil. Gracias a la universidad pude reconectarme con la gente, aunque nadie te trata con simpatía, y eso me hizo más fuerte. Saqué las mejores notas, fui presidente de mi clase, armé un sitio web, trabajé en un hospital hasta jubilarme y, finalmente, logré rearmar la banda. Fue un proceso largo, pero me enseñó que hay que superar los miedos y salir a hacer lo tuyo”.

Durante la entrevista, uno de los periodistas comentó que las personas con discapacidad suelen ser las más subestimadas, algo con lo que Becerra coincidió: “Todo es una jodida broma. La gente no entiende que quienes estamos en una silla somos diez veces más duros que cualquiera. Yo lo sé porque he estado de los dos lados. Incluso cuando boxeaba, era menos duro que esto. Cada día es una lucha. La clave está en ser lo suficientemente fuerte para disfrutar la vida sin volverte amargado o dejar que te destruya. Muchos terminan hundidos en drogas o alcohol. Pero no puedes quedarte ahí. Tienes que elegir: o vives, o mueres”.

Possessed se separó originalmente en 1987, dejando un legado breve pero decisivo con su debut de 1985, Seven Churches, considerado el primer disco de death metal de la historia. Tras lanzar el EP The Eyes Of Horror en 1987, la banda se disolvió y sus miembros siguieron rumbos distintos: el guitarrista Larry LaLonde se unió a Blind Illusion y luego a Primus, mientras que Becerra, Mike Torrao y Mike Sus continuaron por caminos separados.

Torrao reactivó el nombre en 1990 con otra formación, pero apenas editó un par de demos antes de que el proyecto se disolviera en 1993. Recién en 2007 Becerra recuperó el control de Possessed, y tras años de trabajo lanzaron su primer álbum en 33 años, Revelations Of Oblivion, en 2019.

Becerra ya había hablado en detalle sobre el tiroteo en 2019, revelando cómo recibió los disparos mientras salía de una tienda tras un día de trabajo en la construcción. “Mostré un billete de cien y dos tipos con capuchas vinieron con pistolas. En vez de darles el dinero, me resistí, y ahí todo se salió de control. Un disparo de 9 mm me atravesó el pecho y quedó alojado en la columna. El segundo fue con una calibre .22 que me destrozó un dedo. Perdía sangre por todas partes. Fingí estar muerto bajo un auto hasta que llegó un policía joven y finalmente una ambulancia me salvó. Fue una escena de terror, como algo sacado de Monty Python, pero real”.

Después de lo que él llama sus “cinco años oscuros”, Jeff buscó darle un sentido a su vida: “Viví solo, hundido en drogas, pero también escribiendo, escuchando demos y leyendo cartas de fans que me pedían volver. Siempre estuvo en mis planes, pero antes quería cumplir metas como hombre: estudiar, tener hijos, casarme… y lo logré. Luego vino el divorcio, pero quedó una amistad fuerte y dos hijos maravillosos. Y entonces era el momento de revivir a Possessed. Esto exige mucho sacrificio, pero hay que hacerlo si quieres estar en una banda de death metal”.

Hoy, Jeff Becerra sigue siendo un sobreviviente. Un hombre que eligió no dejarse vencer por la tragedia y que, desde su silla de ruedas, continúa levantando en alto el estandarte de Possessed.

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