DAVID ELLEFSON HABLA DE FE, MÚSICA Y SU VIDA DESPUÉS DE MEGADETH.


En una reciente entrevista con Mind Behind The Music, el exbajista de Megadeth, David Ellefson, reflexionó sobre su recorrido en el mundo del metal: desde sus primeras bandas adolescentes en garajes hasta convertirse en una figura clave del thrash, recorriendo el mundo y reinventándose con proyectos como Kings Of Thrash y Ellefson-Soto.

Al hablar de cómo enfrenta cada presentación en vivo, Ellefson explicó: “Siempre me pongo en el lugar del público. Incluso si hubiera una sola persona en la sala, toco como si el show fuera para ella. Creo que ese es el truco: tocar para una audiencia de uno, ya sea tu hijo, tu pareja o incluso esa chispa interna que te empujó a hacer música.”

El músico confesó que antes de salir al escenario siempre dedica “una pequeña oración”. Para él, la música es un llamado divino más que una obligación. “No siento que me empujen; siento que me guían. Cada concierto es importante, sea un estadio repleto o un club para cien personas. No se trata de dinero o ego, sino de estar ahí por una razón y cumplir con ella”, señaló.

Criado en una familia luterana en Minnesota, Ellefson recuperó su fe a los 25 años, tras pasar por un programa de rehabilitación de 12 pasos. Más adelante, ya establecido en Arizona, fundó un servicio de culto contemporáneo al que bautizó Mega Life, un juego de palabras con Megadeth. En 2012 incluso comenzó a estudiar teología en el seminario de Concordia, aunque abandonó cuando le exigieron elegir entre la iglesia y la banda.

A lo largo de los años, Ellefson ha defendido que se puede ser músico de metal y tener fe sin caer en estereotipos. “El metal no es solo para cantar sobre el diablo, ni la fe significa que todo deba ser alabanza. Dios nos da talentos para cumplir un rol en la vida. Si usas esos dones, ya estás haciendo su voluntad,” declaró.

Su vida no ha estado exenta de polémicas. En 2021 fue expulsado de Megadeth después de la filtración de videos privados en redes sociales, lo que generó un escándalo mediático. Ellefson negó las acusaciones más graves y denunció la distribución ilegal del material. Aun así, su salida puso fin a una etapa que había retomado en 2010, tras haber estado con la banda desde su fundación en 1983 hasta 2002.

Tampoco fue la primera vez que su relación con Dave Mustaine estuvo en el ojo del huracán: en 2004 presentó una demanda millonaria contra él, que más tarde fue desestimada, allanando el camino para su regreso seis años después.

Hoy, Ellefson asegura no tener arrepentimientos. “Soy un rockero, un miembro fundador de Megadeth, y eso forma parte de lo que soy. He cometido errores, claro, pero también he vivido experiencias que me marcaron para siempre. Lo importante es ser la misma persona en casa y sobre el escenario,” afirmó.

Con proyectos nuevos y una visión personal marcada por la fe y la resiliencia, David Ellefson sigue escribiendo su historia en el metal, demostrando que su carrera no termina con Megadeth, sino que continúa bajo sus propios términos.

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