En medio del duelo por la partida de Ozzy Osbourne, siguen emergiendo historias que revelan su lado más humano. Esta vez, fue Max Cavalera quien compartió sus memorias del legendario vocalista durante una entrevista con 12News, filial de NBC en Phoenix, Arizona.
El líder de Soulfly y exvocalista de Sepultura recordó su primer encuentro con Ozzy a mediados de los años 90. “Lo conocí por primera vez en el '96 con mi antigua banda. En ese entonces, Ozzy no salía mucho. Y nosotros, como fans que éramos, estábamos aterrados de él”, confesó Cavalera. “Pero después, cuando formé Soulfly, y justo en la época en que perdimos a nuestro hijo aquí en Arizona, Ozzy y Sharon nos invitaron a su casa y comenzamos a compartir más con ellos”.
Max destacó cómo Ozzy y Sharon Osbourne fueron un pilar de apoyo durante momentos especialmente difíciles. “Cuando hicimos el Ozzfest, nuestros hijos jugaban juntos. Iban a su casa. Más allá de su imagen de salvaje, siempre me pareció un tipo muy gracioso”.
Consultado sobre si Ozzy era “un tipo normal”, Cavalera fue claro: “Diría que sí. Pasábamos tiempo en los camarines. Una vez, en Suecia, me preguntó: ‘¿Dónde estamos?’ No tenía idea de en qué país estaba. Y eso me encantó. Era tan rock and roll… simplemente iba por la vida sin preocuparse”.
En una entrevista previa de 2014, Max relató cómo los Osbourne los ayudaron a regresar a casa en su jet privado cuando falleció su hijastro Dana. “Estábamos tocando en Donington con Ozzy y él nos llevó en su avión cuando Dana murió. Fue horrible. Todo estaba oscuro. Sharon nos dijo que sintió que necesitábamos un amigo, y estuvo ahí. Nos dieron dinero, un crucifijo para Gloria, y más importante, su presencia”.
Pero los gestos no terminaron ahí. Tras su salida de Sepultura, Max fue invitado a cenar a la casa de los Osbourne. “Ozzy me sentó y me dijo: ‘Que se jodan. Levántate y haz algo’. Me mostró demos de Black Sabbath, fue una locura. Pensaba: ‘Estoy en casa de Ozzy Osbourne, escuchando Sabbath. Si me lo hubieran dicho de niño en Brasil, jamás lo habría creído’”.
Ozzy Osbourne falleció el 22 de julio, rodeado de su familia. Aunque no se ha revelado la causa oficial, el artista luchó durante años contra múltiples problemas de salud, incluyendo una rara forma genética de Parkinson, secuelas de un accidente en 2003 y complicaciones por COVID-19.
Su última presentación tuvo lugar en Villa Park, Birmingham, hace apenas dos semanas, donde tocó por última vez con Black Sabbath ante más de 40.000 personas, dejando una huella eterna.


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