Gruesome ha regresado de las sombras con “Condemned Identity”, un adelanto demoledor de su próximo álbum Silent Echoes, que llegará el 6 de junio a través de Relapse Records. Este será el primer larga duración de la banda en siete años, y promete ser su obra más ambiciosa hasta la fecha.
La nueva pista abre el disco con una embestida frontal de death metal técnico y afilado, impregnado de musicalidad progresiva y brutalidad de la vieja escuela. El vocalista y guitarrista Matt Harvey lo resume mejor:
“Sí, es más articulado y musical que antes, pero sigue siendo death metal al cien por ciento... y eso me hace feliz. Todavía podemos arrancarte la cara”.
Pero Silent Echoes es más que una simple colección de riffs asesinos. Es también un homenaje profundo y sentido a Sean Reinert, legendario baterista de Cynic y de la era Human de Death, quien falleció en 2020. Reinert fue mentor cercano del baterista de Gruesome, Gus Ríos, y originalmente iba a producir este álbum. Su espíritu impregna cada compás del disco, desde la caja utilizada por Ríos —la misma que Reinert usó en Focus— hasta la esencia jazzística que fluye en los arreglos.
En paralelo al lanzamiento del sencillo, Gruesome ha comenzado a emitir un mini documental donde exploran el proceso creativo detrás del álbum. Filmado en New Constellation Studios en Orlando, Florida, el material muestra al grupo en conversación con Scott Burns y Jarrett Prichard, reviviendo el enfoque y la técnica de las grabaciones clásicas de los noventa en Morrisound Recording.
Tras una década como los abanderados del death metal clásico inspirado en Chuck Schuldiner, Gruesome da un paso más allá. Si sus discos anteriores (Savage Land, Twisted Prayers) fueron tributos explícitos, Silent Echoes representa una transmutación auténtica de ese legado: estructuras más complejas, riffs que serpentean con una precisión quirúrgica, baterías fluidas y solos cargados de feeling progresivo.
Jarrett Pritchard, veterano productor del grupo, vuelve a ponerse a los mandos y saca oro negro de la mezcla, replicando la vibra de la era dorada de Death con una fidelidad emocional y sonora que raya en lo sobrenatural.
En tiempos donde la demanda por el espíritu de Schuldiner sigue siendo insaciable, Gruesome no solo rinde homenaje: lo canaliza. Silent Echoes no es solo un disco, es un ritual. Y “Condemned Identity” es la primera invocación.



0 Comentarios